Me gusta mucho escuchar las charlas del vestuario del club y sobre todo la de unos viejos buena onda que aparentemente se conocen desde toda la vida. Ellos sobreviven básicamente tocando 4 temas que consisten en: cuántas piletas nada cada uno, el campeonato uruguayo y los pedos que se agarran cuando hacen asados, pero el tema que más se tira sobre la mesa, o mejor dicho, sobre la ducha es que ya no son lo mismo que cuando tenían 22 años.
Si no filtrara parte de las conversaciones creería que hace 50 años atrás Uruguay no era “La suiza de América” sino “La orgía de América” ya que según sus cuentos eran todos tremendos cogedores. También creería que en aquella época el Club Centro Protección de Choferes era una cantera de Zidanes que no se dedicaron al fútbol porque prefirieron ser tacheros y guardas de bondi.
Terminando la conversación, ya secos y visto que no se podían poner de acuerdo sobre cual de los 2 viejos había cogido más de joven, decidieron dejar el partido en un empate y al igual que en un partido de fútbol que termina bien, en lugar de intercambiar camisetas intercambiaron edades. “Yo 67 pirulos y ¿vos?”, “72”, “¡pero estás hecho un pibe!” “Sí, sí, en cualquier momento me cago y me meo”.
En fin, si estos señores vieran este post tendrían un nuevo tema para aportar a la clásica conversación de Lunes, Miércoles y Viernes, ya que en Japón varias marcas de pañales para adultos se unieron bajo el concepto “estas prendas descartables pueden ser sexys” e hicieron el primer desfile de pañales para adultos en la historia. Así promocionaron sus productos en un país donde más de un 20% de la población tiene más de 65 años y se estima que para el 2050 habrá un millón de personas con más de 100 años.
A continuación les dejo 3 versiones del tema “El Viejo” de Pappo para que elijan la que más les guste o para que las vean las 3 de corrido.
Pappo junto a La Renga.
Pappo interpretado por Calamaro, Loquillo y amigos. (Defasada)
Los Piojos homenajeando a Pappo luego de su muerte.
Psicólogos que visitan el blog: les advierto que este post no tiene nada que ver con que acabo de cumplir años, así que saquen sus asquerosas garras freudianas de mi cerebro que no necesito terapia (por ahora).
Teo y la máquina de ideas 